El poder de escuchar

En el mundo digital actual, acelerado y lleno de información, se vuelve cada vez más difícil comprender las necesidades, los deseos y los puntos de vista de los demás. A medida que pasamos más y más tiempo en la esfera virtual, la comunicación interpersonal se ha convertido en una cultura de interrupción y malentendidos.

La escucha consciente es el acto de estar plenamente presente durante un intercambio de comunicación entre uno mismo y el otro. Requiere que el oyente tome conciencia de sus propios sentimientos y necesidades, junto con los de la persona con la que se está comunicando. Si el propósito de la comunicación consciente es establecer la reciprocidad, esto requiere que dejemos de lado nuestra propia agenda para que podamos escuchar y recibir verdaderamente a la persona con la que nos estamos comunicando.

De manera similar a la meditación, cuando la mente se distrae, guiamos suavemente la conciencia hacia la persona que está hablando. La práctica es renunciar a los juicios, respuestas y opiniones personales. Con la escucha consciente, ganamos una mayor capacidad para comprender a quien escuchamos. A menudo, hay mucho más en la comunicación que lo que se dice.

Sunni-ai: Escucha profundamente

El octavo pauri de Japji Sahib habla del poder de escuchar. A menudo, pensamos que los sabios enseñan, hablan y comparten sabiduría externamente, cuando los más grandes sabios en realidad han aprendido a través del poder de escuchar.  Sunni-ai se traduce como escuchar o escuchar, y específicamente, escucha profunda. Significa escuchar más que las palabras pronunciadas y sintonizarse con la vibración de la corriente de sonido que incluye la sutileza de todo lo que está debajo de la superficie. Sunni-ai es intuición aplicada a la escucha.  La experiencia de la escucha profunda proviene de la quietud. Es un acto de conciencia aplicada y alerta. La escucha profunda, como un radar, detecta la forma y el impulso del momento presente. El respeto mutuo es el subproducto de la escucha consciente. ¡Qué regalo!  Y lo sabemos por experiencia: cuando nos sentimos realmente escuchados, respetamos a quien nos escucha. Cuando escuchamos con atención, percibimos la intención y el conflicto en el hablante. Escuchamos los mensajes no verbales y sentimos el contexto de la comunicación. ¿Y si nuestro poder está en la capacidad de escuchar?

Escucha para comprender

En la escucha consciente no existe una agenda u objetivo predeterminado más que el deseo de comprender. Escuchar para comprender, y sólo para comprender, otorga el don de la percepción y la capacidad de apreciar diversos puntos de vista. En otras palabras, sitúa el acto comunicativo en el contexto del todo. La escucha consciente revela soluciones a problemas que antes no podíamos percibir y ayuda a establecer puntos en común.  Suena simple, y puede que lo sea, ¡pero eso no lo hace fácil! Piense en la escucha consciente como una práctica de meditación, dentro del contexto de la comunicación interpersonal.  Respirar. Mantente presente. Observar. La intención es comprender.
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